
En el año 2008 se cumplían cinco años
sin que el HJK ganase un título de Veikkausliiga, tras esa temporada ha encadenado
una racha de 6 ligas consecutivas que seguramente tengan, al menos,
una séptima como compañera. El Inter Turku fue el último equipo que ha podido
derrocar la tiranía del Klubi, siendo posteriormente medalla de
plata en 2011 y 2012. Pero los sinimustat (azul y negro), colores que
comparte con su homónimo italiano, han pasado dos años rozando el
descenso. Una pesadilla de la que parecen listos para despertar tras
los retornos de Mika Ojala y Guy Gnabouyou que llevaron al club a la
final de Suomen Cup el año pasado. Además del fichaje de un joven
delantero que ha empezado goleando en la desembocadura del rio Aura.
Vahid Hambo (1995), nació en la
capital finlandesa después de que sus padres llegasen desde Bosnia
huyendo de la guerra. Él se crió en las categorías inferiores del
HJK, hasta que una vez en el filial, la Sampdoria llamó a su puerta
para hacerle emigrar con 17 años. Pero en el norte de Italia no tuvo
suerte, las lesiones no le dejaron tener continuidad con el Primavera
de la Samp, lo que le hizo volver el año pasado para la recta final
de Ykönnen, donde consiguió el ascenso con los Ilves de Tampere.
Apodado como el Zlatan finlandés,
tiene más un parecido físico que puramente futbolístico con la
estrella sueca, a pesar de que Vahid se empeña en imitar sus
celebraciones y gestos. Técnicamente no es un superdotado, su fútbol
destaca más en el área donde es más que un rematador. Su cuerpo le
permite retener la pelota y pelearse con la defensa para hacerse
hueco para definir, además de ayudar en defensa.
La temporada de Hambo en Turku está
teniendo un comienzo espectacular. En 8 partidos ha anotado 12 goles (actualmente 9 partidos - 14 goles),
de los cuales 5 han sido en dos jornadas de Veikkausliiga para
comandar la tabla de goleadores. Además le ha dado tiempo a decidir
el derby de Turku en Suomen Cup y ganarse una expulsión por culpa de
su carácter. Tras este inicio solo falta que le llegue la llamada de
Paatelainen, algo que tras defender la camiseta de todas las
inferiores llegará más pronto que tarde, siempre y cuando no se
adelanten los bosnios, con quienes no ha descartado jugar.